Del seis al siete ha habido muchos cambios. El principal es que hoy (para celebrar que ha llegado el esperado septiembre y como despedida al Gran Agosto), hemos dejado de usar carretillas para sacar la tierra. Ahora la tiramos a un lado y cuesta menos.
El montón que hemos hecho hoy es bien bonito. Está al laso del agujero (ahora de unos 80 centimetros de profundidad).
No hay mucho que contar, salvo que el plan a corto plazo que tenemos preparado:
Lo primero es tener un agujero de 6 metros de largo, contando en estos la rampa.
Una vez que el agujero se pueda considerar decente y más o menos uniforme, seguiremos cavando hasta los dos metros y medio de profundidad.
La rampa debe sé alcanzar esa profundidad a los cuatro metros de longitud a ras del suelo. Esto quiere decir que la rampa no va a tener 4 metros, sino más.
Después de la bajada debe haber un descansillo de dos metros. La cosa es hacer escaleras en la rampa, poner paredes de ladrillo para que no se caigan y techarlo.
Nada más todavía,
Mori
