domingo, 3 de agosto de 2014

Proyecto: Bodeguero

Día 1



— Tienes que venir más a menudo, hay cosas que hacer.
— Sí… ¡Dime qué hago!
— Hombre, pues ahora mismo… No sé, no se me ocurre nada.
— ¿Qué te parece si cavo una bodega?

Mi abuelo, Jesús, parece sorprendido:
— ¿Una bodega? – no se lo cree.
— Sí – respondo entusiasmado –, una bodega.
— ¿Quieres hacer una bodega?
— Eso mismo – sonrió para mis adentros, no se esperaba que le soltase eso –, sólo dime donde cavo y empiezo.

— Me cagüen el chico que quiere hacer una bodega – suelta Jesús –. Si no tienes ni las herramientas.
— ¿Qué me hace falta? – yo mismo me noto en la voz las ganas de empezar.
— Pues pico, pala y una azada – me dirijo a buscarlos –. ¿Pero sabes cuáles son?
— Sí, sí – respondo distraído.

Me conozco perfectamente la nave. No podría ni contar la de veces que he recorrido todos los rincones habidos y por haber en busca de algo que se me había pasado por alto. Azada… pala… ¡y pico!
— ¡Ya estoy! – grito por si no me oye.
— Vale, vamos a ver donde cavamos…

Nos dirigimos lentamente, sin pausa pero sin prisa, hacia el lugar que tiene mi abuelo en mente: detrás de la casa y al lado de los pavos reales.
— Yo creo que este es el mejor sitio – me dice –. Pero moja la tierra antes de empezar, para que esté más blanda.


Así fue como comenzó todo. Me dijo donde tenía que cavar y yo cavé. Saqué un buen montón de tierra pero aún queda mucho por hacer.
Avanzará, lentamente pero lo hará.

Hoy ha comenzado el Proyecto: Bodeguero.

Continuará.


   Mori

No hay comentarios:

Publicar un comentario